Cuenta una leyenda que las palabras no mueren, solo cambian de lugar en la memoria. Por eso, hace mucho mucho tiempo, una gran soñadora inventó un sitio para ellas. ¿Quieres saber que tienen que contarte?

A Tina le gusta perder la noción del tiempo

A Tina le gusta darse la vuelta bajo el edredón de plumas de oca y toparse con los cabellos cobrizos de Mike. Ver como sonríe cuando sus narices rozan. Abrazarlo en las frías mañanas barcelonesas. Aspirar ese olor humano inconfundible que tanto ama, que hace que el desván de Tina sea único, ese olor a él, a amor. Escuchar el latido de su corazón cuando apoya la cabeza contra su pecho, que, aunque él no lo sepa, Tina se da cuenta de que se acelera cada vez mas al igual que el de ella. Sumergirse en su silencio, y oír la respiración entrecortada que Mike tiene cada vez que Tina se acerca a su cuello y empieza a besarlo lentamente mientras ríe. 
A Tina también le gusta el verano, vestir faldas cortas y camisas de hilo. Llegar a casa cogida de su mano y mientras abre la puerta descalzarse, atravesar el salón quitándose la ropa, y llegar a la cama sabiendo que él la espera. Y perderse en las sabanas color canela que la hacen tan feliz.
Pero ahora ya nada de eso es posible. Mike desapareció de la vida de Tina, sin tan siquiera un adiós. 
Tina tiene el corazón hueco, aunque finja sonrisas para no llorar.

1 comentario:

Anónimo dijo...

me encatas tu y tu forma de escribir estoy engancha a tus dos blog como una posesa todos los dias miro tu blog para ver si ay algo, eres genial